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domingo, 12 de marzo de 2017

Relato: ¿Infierno de Cavancha?, prefiero su cielo.

Recuerdo que era el año 1999, primera vez que asistía a un Estadio. No sólo recordaré ese día por asistir por primera vez al Tierra de Campeones junto a mi Viejo. También aquel día jugando con amigos quebramos un parabrisas jugando fútbol y tirando piedras, cosas de la edad.

Mi padre después del trabajo llega con dos entradas, el partido era Deportes Iquique vs Colo Colo a las 8 de la noche. Apurados, porque esas entradas llegaron de "milagro", nos instalamos una hora antes, fue en el sector tribuna "Andes" y mezclados hinchas de ambos clubes la "Guerra" comenzaba, si; la guerra. Esta guerra era de quién gritaba más fuerte los cánticos de su equipo, pero con respeto; primero el local gritaba, luego la visita. Estadio completamente lleno para ser día de semana (aquel día tuve clases), lo primero que se me viene a la mente son los personajes históricos del estadio. Por ejemplo, el gran y recordado "Peyuco", con sus bailes flameando la bandera finalizando con un "C-H-I" y así se paseaba por todo el Tierra de Campeones, también el "caballero de la Campana" ese que siempre la hacía sonar cuando el local atacaba, siempre cuando atacaba Iquique hacía sonar su campaña y siempre sentado debajo del marcador; el caballero del café, que siempre se sentaba con mi papá a comentar sobre el partido de turno -con el tiempo me di cuenta de eso- el decía que "vender café era la excusa para ver al equipo de sus amores".


¿Resultado final? 1-1, con apagón incluso; ahí se quemaban diarios en forma de "antorchas" y el público en vez de pifiar, cantaba más y más fuerte. Un espectáculo. 

Desde aquel día deseaba ir cada partido al Estadio, junto a mi viejo vimos grandes partidos, por ejemplo un Deportes Iquique vs Provincial Osorno que finalizó 3-3 con una remontada en los últimos 20 minutos, de hecho ese día hubo un apagón en toda la ciudad y lo único que iluminaba eran las 8 torres del Tierra de Campeones. Y así,. pasando desde primera división hasta llegar a Tercera; recuerdo que me ponía cerca de la "Furia Celeste", en esos tiempos se pasaban los vinos en caja por debajo de la camiseta junto a la banda, no era hincha pero si me gustaba ver el fútbol, me contagiaba del ambiente. 

(El de polerón verde soy yo, a los 12 años. Te pillamos poh compadre.)

De hecho, en Tercera fui muchas veces pelotero a cambio de unas colaciones que nos daban después del partido, recuerdo que en algunos partidos la entrada valía 500 pesos y luego subió a 1000. Un partido muy especial fue cuando se jugó contra Municipal Alto Hospicio, la rivalidad era tremenda y se jugaba en TIERRA, si en tierra; triunfo del Dragón por 1-0. 



Debo decir que fui testigo de cómo a través de cada partido se llenaba más el TDC hasta llegar a Liguilla, recuerdo ese partido final contra Hosanna, 3 horas antes del partido el Estadio ya estaba lleno, el Arquero de la visita era pesaba unos 100 kilos, pero tapaba de una manera... 



Poco a poco se fue dando lo deseado, se ganó 5-0 y Municipal Iquique (así se llamaba en ese tiempo) volvía a la Primera B. Recuerdo que en la Galería Norte muchos nos saltamos la reja por la euforia, otros rompieron una reja en Andes para poder ingresar a la cancha, el plantel y la gente dio la vuelta olímpica juntos.



Pasaron 10 años desde aquel día y decidí ir al Estadio el Torneo pasado, por remodelación del TDC ahora se juega en otro recinto, en el mítico Estadio Cavancha y fue exactamente en un Deportes Iquique que derrotó por 3-1 a San Luis . Fue un cambio total, un clima más pesado, nueva generación de chicos viviendo lo que pasé hace 10 años, lo más probable es que esten casi las mismas caras que estaban ese día de Enero en el TDC cuando se logró volver al profesionalismo.

Iquique estaba más cerca que nunca de conseguir un inédito título en Primera División, los históricos volvían a relatar la historia de hace décadas: "Nadie nos ganaba en el Cavancha" o "Este es el infierno para los rivales", debo reconocer que mi Padre me dijo muchas veces lo mismo y siempr epensé que eran las típicas anécdotas que siempre uno desea escuchar. Pero no, 4 de la tarde en punto bordeando los 29 grados con una alta humedad y ahí estaba todo el Cavancha alentando al "Dragón", a medida que pasaban los goles vi a muchos emocionados, muchos ilusionados y otros felices de ver al rival caer en el "Infierno" de Cavancha, me gusta ver partidos pero con una mirada más de analizar a qué juegan, en este caso se me olvidó eso, como en el 2006.


Mientras salía el público del estadio me quedé pensando, muchos disfrutan del infierno de Cavancha, pero la gloria y consagración están arriba, y las estrellas en el cielo. Mirando a este último y pensando en lo anterior, me di cuenta que ese día el cielo de Cavancha estuvo más celeste que nunca.

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