Opinión: ¿Qué te pasa, Leicester?

Cuando comenzó la temporada pasada, nadie hubiese apostado -ni sus hinchas, quizás- que el Leicester podía ganar la Premier League, menos si venían de salvarse apenas del descenso. Con la llegada de Claudio Ranieri, entrenador que venía de fracasar con la Selección de Grecia, la misión era una: Mantener la categoría, salir Campeón ni hablar. De hecho, ni pensar.

Mientras todas las miradas estaban pendientes del Chelsea, Manchester City y United, incluso el Arsenal, en silencio había un equipo que al pasar los partidos iba consiguiendo su propia identidad: Todos corren. De hecho Ranieri los llamaba sus "Forrest Gump" debido a eso.

Con su columna vertebral bien formada pasando por el portero Schmeichel, Kanté, Vardy, Mahrez y su capitán Wes Morgan, quién jugó la Copa América de Chile con la Selección de Jamaica, esa que se despidió sin puntos y sin goles a favor. Muchos quizás soñaron con las corridas y golazos de Vardy, las atajadas de Kasper o la mágia de Mahrez.

Fue una historia de David vs Goliat, un equipo humilde, el tercero con menos recursos de la Premier luchó mano a mano contra los gigantes, con su única arma, correr hasta no dar más.

Leicester para muchos fue una historia de vida, nos hizo más humanos y ¡nos hizo volver a creer en el fútbol, carajo!. Lo hizo desde la humildad, desde la rabia y frustración de quienes han recorrido un largo camino tormentoso y con muchos obstáculos, quienes con orgullo y dignidad supieron pararse y seguir luchando. Porque para sus hinchas y plantel un gol no es sólo empujar el balón a la red, es un grito de guerra que viene desde el alma, ellos sólo escapaban del infierno, pero paso a paso fueron levantando cabeza y miraron hacia el cielo, lo vieron más cerca que nunca.

El triunfo de Leicester fue un golpe para quienes pensaban que el fútbol no tiene relación con la vida, estaban donde nadie los esperaba, tuvieron el poder de cambiar la historia, de tomar las banderas de revolución, de comenzar con miles hasta obtener millones con un sueño, fueron políticamente incorrectos y desordenaron lo establecido por el destino y lo obvio.

Hoy el Leicester está dormido, está bloqueado, es un pequeño felino en su tierra donde se proclamó como el Campeón, incluso estando a sólo un punto de puestos de descenso. Pero a nivel Europeo sigue siendo un depredador, pasó invicto y primero la fase de grupos de Champions y a días de jugar por primera vez en su historia Octavos de Final. Este equipo que cumplió el sueño de muchos, hoy se ha transformado en las pesadillas del pasado, esos que los perseguía hace dos años. Nadie sabe el por qué, por eso me pregunto y muchos también: ¿Qué te pasa, Leicester?.